LOPE DE VEGA
Félix Lope de Vega y Carpio nació
en Madrid, España el 25 de noviembre de 1562. Hijo de una familia humilde
conformada por Félix de Vega, bordador de profesión y Francisca Fernández
Flórez, ambos procedentes del Valle de Carriedo, en la montaña cántabra en
España.
Considerado uno de los más
importantes poetas y dramaturgos del Siglo de Oro español y debido a la
extensión de su obra, uno de los más prolíficos autores de la literatura
universal.
Desde muy chico ya mostraba sus
grandes talentos, a los cinco años componía sus propios versos, leía latín y
castellano. A los doce años comienza escribir comedias, es posible que su
primera comedia, hoy pérdida se intitulase "El verdadero amante". Su
ingenio y creatividad lo llevaron a la escuela del poeta y músico Vicente
Espinel, en Madrid, a quien siempre citó con veneración.
Siguió con su preparación en el
Estudio de la Compañía de Jesús, que en el año de 1574 se convierte en el
Colegio Imperial.
De 1577 a1581 estudia en la
Universidad de Alcalá de Henares, sin embargo no se titula debido a su conducta
desordenada y mujeriega que no lo hacían apto para el sacerdocio, por lo que
sus protectores dejaron de costearle los estudios.
Al no conseguir el grado de
bachiller y sin apoyo para seguir estudiando, decide ganarse la vida trabajando
como secretario de aristócratas y prohombres, o escribiendo comedias y piezas
de circunstancias.
En 1583 se alista en la marina y
pelea en la batalla de la Isla Terceira a las órdenes de su futuro amigo don
Álvaro de Bazán, marqués de Santa Cruz de Mudela, a quien tiempo después le
fuera dedicada una comedia para su hijo.
Posteriormente vuelve al estudio
esta vez gramática con los teatinos y matemáticas en la Academia Real. Laboró
como secretario del Marqués de las Navas; sin embargo las continuas relaciones
amorosas que tenía, los distrían de sus ocupaciones.
Elena Osorio fue su primer gran
amor, la "Filis" de sus versos, quien estaba separada entonces de su
marido, el actor Cristóbal Calderón; Lope de Vega pagaba sus favores con
comedias para la compañía del padre de su amada, el empresario teatral o autor
Jerónimo Velázquez.
En 1587 Elena aceptó casarse por
conveniencia con el noble Francisco Perrenot Granvela, sobrino del poderoso
cardenal Granvela y ante el despecho, Lope de Vega hizo circular contra ella y
su familia unos escritos donde expresaba su sentir, a través de su comedia
"Belardo furioso" y en una serie de sonetos, por lo que un dictamen
judicial lo envió a la cárcel.
Reincidió y un segundo proceso
judicial fue más tajante: lo desterraron ocho años de la Corte y dos del reino
de Castilla, con amenaza de pena de muerte si desobedecía la sentencia.
Años más tarde el recuerdo de su
amor hacia Elena Osorio se quedó plasmado en su novela dialogada ("acción
en prosa" la llamó él) "La Dorotea".Tiempo en el que se había
vuelto a enamorar ahora de Isabel de Alderete y Urbina, con quien se casó el 10
de mayo de 1588 luego de habersela llevado trás su consentimiento. En sus
versos la llamó con el anagrama "Belisa".
El 29 de mayo del mismo año intentó
reanudar su carrera militar alistándose en la Gran Armada, en el galeón San
Juan. En ese tiempo escribió un poema épico en octavas reales al modo de
Ludovico Ariosto, titulado" La hermosura de Angélica" el cual pasó
desapercibido.
En diciembre de 1588 y después de
la derrota de la Gran Armada se dirigió a Valencia, la capital del Turia, donde
vivió con Isabel y siguió perfeccionando su fórmula dramática, asistiendo a las
representaciones de una serie de ingenios pertenecientes a la llamada Academia
de los nocturnos, como el canónigo Francisco Agustín Tárrega, el secretario del
Duque de Gandía Gaspar de Aguilar, Guillén de Castro, Carlos Boil y Ricardo del
Turia.
Rompiendo con las reglas narró dos
historias en vez de una en la misma obra, el llamado imbroglio o embrollo
italiano.
Luego de haber cumplido con los dos
años de destierro del reino, Lope de Vega se trasladó a Toledo en 1590 y allí
sirvió a don Francisco de Ribera Barroso, más tarde segundo marqués de Malpica
y, algún tiempo después, al quinto duque de Alba, don Antonio de Toledo y
Beamonte.
Se incorporó como gentilhombre de
cámara a la corte ducal de Alba de Tormes, donde vivió entre 1592 y 1595. En
este lugar leyó el teatro de Juan del Encina, del que tomó el personaje del
gracioso o figura del donaire, perfeccionando aún más su fórmula dramática.
En el otoño de 1594, murió Isabel
de Urbina de sobreparto o puerperio. Escribió por entonces su novela pastoril
"La Arcadia", donde introdujo numerosos poemas.
Después de haber cumplido los ocho
años de destierro de las Cortes regresó a Madrid en diciembre de 1595, pero al
siguiente año, fue procesado por vivir sin estar casado con la actriz viuda
Antonia Trillo.
Tres años después se casó con Juana
de Guardo, hija de un adinerado abastecedor de carne de la Corte, lo que motivó
las burlas de diversos ingenios (Luis de Góngora, por ejemplo), todos pensaban
que Lope se había casado por dinero, tuvieron un hijo muy querido, Carlos
Félix, y tres hijas.
Volvió a trabajar como secretario
personal de Pedro Fernández de Castro y Andrade, tiempo en que fuera Marqués de
Sarria y futuro Conde de Lemos, con quien permaneció hasta 1603.
Se enamoró de Micaela de Luján, la
"Celia" o "Camila Lucinda" de sus versos; era una mujer
bella, pero inculta y casada, con la cual mantuvo relaciones hasta 1608 y de la
que tuvo cinco hijos, entre ellos dos de sus predilectos: Marcela (1606) y Lope
Félix (1607).
Durante varios años, Lope de Vega
tuvo que trabajar muy duro para poder mantener a sus múltiples amantes (muchas
de ellas actrices), hijos legítimos e ilegítimos; escribió poesía lírica y
comedias, impresas éstas muchas veces sin corregir. A los treinta y ocho años
pudo al fin corregir y editar parte de su obra.
En 1605 entró al servicio de Luis
Fernández de Córdoba y de Aragón, duque de Sessa, cargo que le trajo algunos
problemas sobre todo cuando tomó las órdenes sagradas, ya que su confesor le
llegó a negar la absolución por encubrir al duque.
En 1609 leyó y publicó su
"Arte nuevo de hacer comedias", obra teórica de carácter capital,
contraria a los preceptos neoaristotélicos, e ingresó en la "Cofradía de
Esclavos del Santísimo Sacramento" en el oratorio de Caballero de Gracia,
a la que pertenecían casi todos los escritores relevantes de Madrid, entre ellos
Francisco de Quevedo, que era amigo personal de Lope de Vega y Miguel de
Cervantes. Al año siguiente, se adscribió al oratorio de la calle del Olivar.
Tantas desgracias(muerte de
familiares muy cercanos) afectaron emocionalmente a Lope, y el 24 de mayo de
1614 decidió al fin ordenarse de sacerdote. A esta inspiración responden sus
Rimas sacras y las numerosas obras devotas que empieza a componer, así como la
inspiración filosófica que asoma en sus últimos versos.
En sus últimos años de vida se
vuelve a enamorar, ahora de Marta de Nevares; era una mujer muy bella y de ojos
verdes, como declara Lope en los poemas que le compuso llamándola
"Amarilis" o "Marcia Leonarda" en las Novelas que le
destinó.
En esta época de su vida cultivó
especialmente la poesía cómica y filosófica, desafortunadamente y a pesar de
los honores que recibió del rey y del papa, Lope de Vega era infelíx por Marta
quien quedó ciega en 1626 y muriera en 1628. Lope Félix, hijo suyo con Micaela
de Luján y que también tenía vocación poética, se ahogó pescando perlas en 1634
en la isla Margarita. Su hija Antonia Clara, fue secuestrada por un hidalgo,
novio suyo, Feliciana, su única hija legítima para ese entonces, había tenido
dos hijos: una se hizo monja y el otro capitán Luis Antonio de Usategui y Vega,
murió en Milán al servicio del rey. Sólo una hija natural suya, la monja
Marcela, le sobrevivió.
Lope de Vega murió el 27 de agosto
de 1635 en Madrid, España. Su muerte fue sentida por la mayoría de los
españoles. Doscientos autores le escribieron elogios que fueron publicados en
Madrid y Venecia.
Fue enterrado en la iglesia de San
Sebastián de Madrid, que debido a sus posteriores remodelaciones hicieron que
sus restos inidentificables, fueran a parar a una fosa común situada bajo el
altar, donde están mezclados con los de la propia Marta de Nevares y los del
dramaturgo mexicano Juan Ruiz de Alarcón, uno de sus mayores rivales sobre el
escenario.
De Lope de vega se toma la polular
frase "era como de Lope" que hace referencia al mejor elogio de algo
que se podía hacer.