MOLIERE
(Jean-Baptiste Poquelin; París, 1622 -
id., 1673) Dramaturgo y actor francés. Nacido en una familia de la rica
burguesía comerciante, su padre desempeñaba el cargo de tapicero real. Molière
perdió a su madre a la edad de diez años. Alumno en el colegio jesuita de
Clermont hasta 1639, se licenció en la facultad de derecho de Orleans, en 1642.
Molière se relacionaba entonces con el
círculo del filósofo epicúreo Gassendi y de los libertinos Chapelle, Cyrano de
Bergerac y D’Assoucy. En 1643, haciéndose ya llamar Molière, fundó L’Illustre
Théâtre, junto con la comediante Madeleine Béjart; dirigida por ella, primero,
y luego por él mismo, la joven compañía intentó establecerse en París, pero el
proyecto fracasó en 1645, por falta de medios, y Molière permaneció unos días
arrestado por deudas.
Recorrió entonces las regiones del sur de Francia, durante trece
años, con el grupo encabezado por Dufresne, al que sustituyó como director a
partir de 1650. Es probable que la compañía representara entonces tragedias de
autores contemporáneos (Corneille, entre otros) y las primeras farsas de
Molière, a menudo constituidas por guiones rudimentarios sobre los cuales los
actores improvisaban al estilo de la commedia
dell’arte.
La compañía se estableció en París, con el nombre de Troupe de
Monsieur, en 1658, y obtuvo su primer éxito importante con la sátira Las preciosas ridículas, un año
después. En 1860 creó el personaje de Sganarelle, al cual recuperaría muchas veces
en otras obras y al que siempre interpretó él mismo, en la comedia del mismo
nombre; pero Molière, que perseguía la fama de Corneille y Racine, no triunfó
en el género de la tragedia: Don
García de Navarra, obra en la que había invertido mucho esfuerzo, fracasó
rotundamente. La escuela de
las mujeres (1662) fue su
primera obra maestra, con la que se ganaría el favor de Luis XIV.
Los detractores del dramaturgo criticaron su matrimonio con Armande
Béjart, celebrado unos meses antes; veinte años más joven que él, no se supo
nunca si era hermana o hija de Madeleine (en cuyo caso Molière podría haber
sido su padre, aunque la crítica moderna ha desmentido esta posibilidad). Luis
XIV apadrinó a su primer hijo, que murió poco después de su nacimiento, en 1864.
En respuesta a las acusaciones de incesto, Molière escribió El impromptu de Versalles, que
le enemistó con cierta parte de la clase influyente de París.
En 1663, mientras llevaba las tragedias de Racine al escenario y
organizaba festivales en el palacio de Versalles, presentó los tres primeros
actos de suTartufo. El sentido irreverente y sacrílego que sus enemigos
veían en sus obras generó una agria polémica que terminó con la prohibición de
la obra, lo mismo que sucedería con Don
Juan o El festín de piedra, tras sólo quince representaciones.
Acosado por sus detractores, especialmente desde la Iglesia, el
principal apoyo de Molière era el favor del rey, que, sin embargo, resultaba
caprichoso: las pensiones se prometían pero no se pagaban, y el autor hubo de responder
a las incertidumbres económicas de su compañía abordando una ingente
producción; en la temporada siguiente escribió cinco obras, de las que sólo El médico a palos fue un éxito.
Los problemas con el Tartufo, que proseguían, y las dificultades
para mantener la compañía fueron quebrando su salud, mientras disminuía su
producción; sin embargo, en estos años aparecen algunas de sus mejores obras: El misántropo, El avaroo El enfermo imaginario.
En 1673, durante la cuarta representación de esta última obra,
sintió unos violentos dolores; trasladado a su casa, murió a las pocas horas.
El rey debió intervenir para que la Iglesia le concediera el derecho a tierra
santa, si bien fue enterrado de noche y prácticamente sin ceremonia.
El gran mérito de Molière consistió en adaptar lacommedia
dell’arte a las formas
convencionales del teatro francés, para lo que unificó música, danza y texto y
privilegió casi siempre los recursos cómicos, y en luchar contra las
hipocresías de su tiempo mediante la ironía.
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